La Parroquia Rural La Libertad está ubicada al sur-oeste del cantón Las Lajas, al sur oriente de nuestro país Ecuador.

La parroquia rural de La Libertad limita: al Norte con la Parroquia Urbana La Victoria, al Sur con la Provincia de Loja, al este con la Parroquia Rural El Paraíso y al oeste con la República del Perú.

Se ubica a 10,08 kilómetros lineales de la ciudad de La Victoria (cabecera cantonal). Sus coordenadas geográficas UTM son: zona 17 SUR Longitud X: 9574970 y Latitud Y: 599604

Su Altitud esta por los 50 a 1120m.s.n. en una superficie de 82,33km²

Su población según censo 2022 está en 871 habitantes.

Su principal actividad económica comercial está en la Agricultura y la ganadería.

Historia.

La Libertad en 1938 es denominada por los transeúntes como sitio el CRUCE, ubicado en las laderas de la cordillera LARGA como ellos la llamaban, al ser un lugar por donde tenían que pasar obligados los aborígenes que desarrollaron un intercambio comercial con las actuales provincias de Loja y norte del Perú, En el año de 1941, todo el cordón fronterizo de lo que hoy es cantón Las Lajas fue militarizado, y un pequeño destacamento en el Sitio El Cruce como se lo conocía pero a raíz de la firma del protocolo del Rio de Janeiro de 1942. Al quedar libres de la invasión peruana los militares de ese entonces le cambian de nombre y le ponen La Libertad celebrando que los peruanos retrocedieron y dejaron estas tierras libres. Ya por los años de 1949, llegaron los primeros colonos provenientes de la provincia de Loja, los señores Javier Torres, Eloy Torres, Carlos Capa y Rosa Capa, para luego llegar los señores Ricardo Ayala, Julio Jimbo, Fidel Lapo, quienes empezaron a talar bosques y montañas para realizar sus primeros cultivos para el sustento de sus familias.

Así sucesivamente este pueblo ha ido evolucionando hasta que un día se vio en la necesidad de gestionar y conseguir la creación de la Parroquia el 26 de octubre de 1987, se declara a La Libertad como Parroquia Rural del Cantón Arenillas, con la ayuda desinteresada de los moradores bajo la dirección del señor Belarmino Torres Dávila y Galo Tandazo, Presidente y Vicepresidente del Comité Pro- Parroquialización. Estando como Presidente del Municipio de Arenillas Don Gonzalo Sánchez.

Los primeros colonos fueron Carlos Capa y Fidel Lapo, lojanos. El primero de ellos había conocido esa tierra cuando, siendo conscripto la defendió con su fusil en 1941. Creyó haber ganado el derecho a poseerla. Así lo interpretó sin faltarle la razón y enseguida la hizo producir junto a su familia en la que hoy es Amarillos.   De igual manera llegaron a lo que ahora es La Libertad hombres y mujeres como: Javier y Eloy Torres, José Miguel Condolo, Rosa Capa y Otros.  Desmontaron selvas vírgenes, trasnochando en noches improvisadas mientras se alimentaban de animales salvajes y frutos silvestres. Las primeras chacras aparecieron, entonces pudieron cosechar yuca, maíz, fréjol y plátanos, los nutrientes principales en la dieta campesina. Los caseríos tomaban forman y escribían sus historias breves, epopeyas anónimas, sin héroes reconocidos.

Haciendo de Fronteras viviente, como suele llamarse a los colonos refundidos en los límites territoriales, sus conquistas atraían más paisanos de la provincia lojana.  En seguida procuraban atender su principal necesidad, La educación.  En rusticas aulas construidas con sus manos y materiales del campo, los niños aspiraban el porvenir que proyectaban sus maestros.  Para ese fin llegó de Loja la profesora particular Elisa Paladines, cuyo costo pagarían los padres de doce niños que fueron los primeros beneficiados.  De inmediato vendría la elección del Comité de Padres.  Los cargos eran una honra y un compromiso muy serio, de trascendencia para el progreso de los pueblos.  Eloy Torres gestor de la Escuela asumió la presidencia e inmediatamente se puso a trabajar.  Recibió la ayuda de un soldado, Velasco Molina, y juntos hicieron el diseño urbano de lo que sería en el tiempo la cabecera parroquial de La Libertad, dejando un buen espacio para la escuela.  Esta comenzó a levantarse a fuerza de mingas, para sacar madera primero y para levantar las paredes.  Hubo gente de Alamor que llegó a prestar su trabajo en la obra, pero sobretodo fue importante el aporte económico que dieron Eloy Torres, Carlos y Rosa Capa.  La escuela no quedó todo listo en 1954, y, sin embargo, un paso fundamental se había dado en el camino de La Libertad.

Una vez congregados visitan a la comisión, obsequiándoles atenciones y una muestra de escasos bienes.  La hacen pasar una noche amena, con música, narraciones de aventuras, y desventuras vividas para formar el pueblo y la escuela.  En el momento idóneo, el soldado Velasco Molina expone la necesidad de que un puesto fronterizo tenga escuela para enseñar los argumentos que requerían la soberanía ecuatoriana. La gestión dio resultados favorables, llegó un profesor fiscal y luego otros.